Se dieron además ciertas condiciones en la dinámica social, fundamentalmente a fines de los años 30, que posibilitaron la prosperidad del proyecto Sur. En este periodo (1936-1950) se da lo que se llama la época de oro de la industria editorial argentina. Dos factores hay que marcar en este periodo.
En primer lugar, el auge de la edición en Argentina. La coyuntura de la guerra civil española hace que España deje de traducir tantos libros e incluso comience a importar libros traducidos en la Latinoamérica. En ese momento, la editorial argentina pasa a ser una meca de la editorial. Se vuelve el país más productor de libros en el ámbito de habla hispana. Tal es así que en el transcurso de dos años se fundan las principales editoriales argentinas: EMECÉ, Sudamericana y Losada.
El segundo factor, es una tradición de lo nuevo que fue inaugurada por las vanguardias de la década del 20. Se instaló la idea de que hay que buscar siempre lo nuevo, hay que estar en la onda de la literatura del mundo para poder construir una literatura nacional mucho más fuerte. De ahí que, en ese contexto, la traducción de Sur tenga un lugar clave. Gran parte del catálogo de los libros de Sur son traducciones.El traductor, como agente cultural, empezó a tener un rol destacado, empezó a figurar junto al autor en los libros. En Sur se empezó a consignar al traductor en página impar: en la portadilla del libro figura el nombre del traductor[3]. Esto dotó al traductor de cierta envergadura cultural que empieza a tener un lugar muy similar al del autor. Esta efervescencia de la traducción no es privativa de Sur, sino que se dio en toda la Argentina[4].
[1] Victoria Liendo, « Victoria Ocampo: una esnob para el desierto argentino », Cuadernos LIRICO [En línea], 16 | 2017, Publicado el 07 octubre 2017, consultado el 25 noviembre 2019. URL : http://journals.openedition.org/lirico/3761 ; DOI : 10.4000/lirico.3761
[2] Nicolás Rosa.
[3] Willson, Patricia (2004) La constelación del Sur. Traductores y traducciones en la literatura argentina del siglo XX. Buenos Aires: Siglo XXI.
——————- (2004) Página impar: el lugar del traductor en el auge de la industria editorial. Buenos Aires: Emecé.
[4] Hay varias traducciones famosas de la época, como por ejemplo la de Salas Subirtat, un vendedor de seguros que traduce el Ulysses de Joyce.