Como hemos referido, La Teoría de los Actos de Habla es la propuesta de mayor interés de la obra de Austin. En Cómo hacer cosas con palabras (1962), Austin analiza los usos del lenguaje corriente y sienta las bases de su teoría.
La teoría de los actos de habla se basa en la idea de que el lenguaje no solo sirve para describir el mundo, sino que con él también se realizan ciertas acciones, además de la de decir algo. La unidad básica de la comunicación no son entonces las palabras o frases, sino los actos de habla. Así, cada vez que empleamos el lenguaje, podemos transmitir una información (está nevando), pedir algo (cerrá la ventana, por favor), aconsejar (deberías ser más organizada), o demandar información (¿A qué hora nos juntamos?). En cada uno de estos casos realizamos actos de habla, es decir, hacemos cosas con palabras.
Inicialmente, Austin propuso la distinción entre enunciados asertivos o constatativos, aquellos estudiados por la filosofía del lenguaje, y enunciados realizativos o performativos. Los enunciados constatativos describen un mundo o estado de cosas y, por lo tanto, son pasibles de ser evaluados como verdaderos o falsos, como por ejemplo está lloviendo. En los enunciados performativos se hace exactamente aquello que se dice. En el enunciado te prometo que voy esta noche, hablar es hacer una promesa. La verdad en este tipo de enunciados es inverificable. De acuerdo con Austin, los enunciados performativos no son ni verdaderos ni falsos, sino solo afortunados o desafortunados.
No obstante, Austin canceló esta distinción inicial ya que planteaba problemas para distinguir límites precisos entre un tipo y otro de enunciado. De acuerdo con el autor, todos los enunciados, incluyendo los que describen un estado de cosas, realizan actos de habla, aunque no tengan performativos explícitos. En el ejemplo de está lloviendo, se realiza el acto de afirmar, aunque el enunciado no contenga este verbo. Así entonces, Austin vuelve a considerar los sentidos en que “decir algo” es “hacer algo” y elabora la tricotomía de los actos de habla de acuerdo a la cual decir algo equivale a consumar tres actos simultáneos:
I. Un acto locutivo: es el acto de emitir sonidos (acto fonético), organizados en palabras y dotados de una estructura sintáctica (acto fáctico) en condiciones de expresar un sentido y una referencia (acto rético). Decir algo equivale a usar el lenguaje. Ej: en el enunciado me estás pisando el pie, la locución es el acto de emitir los sonidos que componen las palabras me, estás, pisando, el pie, en modo indicativo y referido a un determinado tiempo y lugar.
II. Un acto ilocutivo: es la intención con la que el hablante emite la locución, la fuerza del enunciado. En el ejemplo de me estás pisando el pie, la intención no es la de constatar un simple estado de cosas, sino la de protestar o advertir para que la otra persona pare de pisar el pie.
III. Un acto perlocutivo: acto en el que se manifiesta la actividad de habla. Indica los efectos causados sobre los sentimientos, pensamientos y acciones de quien escucha, los cuales se logran por medio del acto de decir algo. En nuestro ejemplo, el hablante induce al interlocutor a dejar de pisarle el pie.
El reconocimiento de que todo acto locutivo va acompañado de actos ilocutivos y perlocutivos ayuda a explicar que en todo enunciado se lleva a cabo un acto de habla que lo asemeja a las acciones.