¿Cuántas veces has dicho “vi María” o “vi el hombre” y tus amigos hispanos te han corregido?
¿Es la primera vez que escuchás (leés) que es un error? ¡No te preocupes! Muchos estudiantes de español lo cometen, incluso aquellos que llevan años estudiando español…
En esta entrada de blog te voy a explicar cuándo tenés que usar esta famosa “a” (también llamada, pedagógicamente, “a” personal) delante de objetos directos.
¿Por qué decimos "vi a María"?
“Ver” es un verbo que requiere un sujeto y un objeto directo:
Alguien (sujeto) ve algo (objeto directo)
Los objetos directos por regla general no llevan la preposición a, como sí lo hacen los objetos indirectos. Por ejemplo, el verbo “entregar” es un verbo que requiere un sujeto (la persona que realiza la acción de entregar), un objeto directo (la cosa que se entrega) y un objeto indirecto (quien recibe la cosa entregada):
“El ministerio de educación les entregó los libros a las escuelas“
En este caso “las escuelas” es el objeto indirecto y por eso lleva la “a”. Esto pasa con todos los objetos indirectos.
Ahora bien, los objetos directos, como dijimos antes, no llevan esta “a”. Entonces… ¿Por qué tenemos que decir “vi a María“?
Este es un fenómeno muy interesante del español que los lingüistas (como Torrego, Fábregas, Aissen) han llamado “Marcado diferencial de objeto”: es un objeto directo que tiene una marca especial: la a.
Pedagógicamente, también se la llama la “a personal”.
Cuando el objeto directo es +animado y +específico, debemos colocar una a delante del objeto directo.
Los verbos “encontrar” y “buscar” también llevan objeto directo. Veamos:
“Encontré un perro en la calle” –> un perro = + animado/– específico
“Encontré al perro de Juan en la calle el perro de Juan”
el perro de Juan = + animado/ + específico –> agregamos a
Busco una secretaria –> cualquier secretaria = + animado/- específico
Busco a la secretaria –> es una secretaria específica +animado/+específico = agregamos “a”